25/06/2023

PRECEDENTES PARA NO SER DEMASIADO OPTIMISTAS.

 


     Con motivo de las obras de la llegada del Ave a Granada, esta capital andaluza estuvo desconectada por tren con el resto de España (excepto con Almería), durante más de tres años y medio (desde abril de 2015 hasta noviembre de 2018).

     Los viajeros de los trenes convencionales que enlazan Sevilla y Málaga estuvieron más de dos y años y medio (de octubre de 2018 a mayo de 2021), soportando las incomodidades de los trasbordos por autobús, debido a la incomprensible burocracia que afecta a la obra pública de nuestro país. Las obras del cambio de trazado, motivadas por la riada que afectó a uno de los puentes, se realizaron en poco tiempo pero, y aquí viene el problema, las negociaciones entre el Gobierno Central, la Junta de Andalucía, la Agencia de Obra Pública de Andalucía y Adif se dilataron injustificadamente. Llega ahora el colmo de tales despropósitos: el 30 de enero del año actual volvieron los trasbordos que afectan a los/as viajeros/as de los servicios de Media Distancia entre ambas capitales, debido a “obras de mejora en la vía” que, el sentido común indica, pudieron haberse realizado anteriormente. Estos trasbordos, a fecha de hoy, continúan. Intolerable.

     No son estos los mejores augurios para las obras que suponen el corte de nuestra línea durante año y medio. Pero aquí nos tendrán, protestando por un cierre de nuestra línea inadmisible y que sería inconcebible en otro tipo de infraestructura de transporte como, por ejemplo, una autovía. 

     Y, finalmente, algunas preguntas: ¿se llegarán a pronunciar los alcaldes de las localidades por donde pasa nuestra línea? ¿los sindicatos? ¿los partidos políticos? ¿los medios de comunicación? ¿las distintas asociaciones y colectivos de toda índole y condición? Deben estar adormecidos y silenciados. No se les oye.

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