El pasado lunes, 10 de abril, hemos vuelto a presentar un nuevo escrito en la Subdelegación del Gobierno en Huelva. En este caso, volvemos a demandar la eliminación de uno de los tramos con limitación de velocidad existentes en la línea, en el kilómetro 160.7, entre el apeadero de Belmonte y la estación de Gibraleón.
Casi cinco años lleva allí, junto a la vía, el material necesario para esta tan necesaria renovación. Material deteriorándose a la intemperie y a disposición de los amigos de lo ajeno. Traviesas de hormigón monobloque, con el carril ya montado. Al parecer, no hay dinero suficiente para la capa de balasto (capa de material semejante a la grava sobre la que se asienta la vía). Increíble. ¡Con el dinero que se despilfarra en otras cuestiones innecesarias! ¡Con el dinero público que algunos mangantes nos han robado! Cualquier profesional del ramo conoce que el presupuesto necesario para realizar esta operación es ridículo comparado con el destinado a otros "menesteres".
Eso sí, los de siempre ya deben haber llevado a la tintorería los trajes y corbatas para la inauguración de la futura nueva estación de ferrocarril, que eso sí que les "mola". Y, en otro orden de cosas, al parecer, sigue sin noticias reales para la construcción de la nueva variante en la línea Sevilla-Huelva que permita reducir la hora y media de viaje actual entre ambas capitales. Son esas promesas que nos hacen siempre que se aproximan elecciones.
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