13/01/2022

ALTERNATIVAS AL CIERRE DE LA LÍNEA DURANTE DIEZ MESES.

    En los medios de comunicación, han aparecido recientemente noticias sobre el próximo inicio de las tan necesarias obras de renovación de la línea Zafra-Huelva en el tramo comprendido entre las estaciones de Calañas y Huelva-Término. Estas obras son muy necesarias desde hace décadas; sí, décadas. La velocidad de los trenes se había reducido hasta límites ridículos debido al estado de la vía, "gracias" al abandono sistemático y, tal vez, deliberado de la misma por parte de los distintos gobiernos que ha tenido España en los últimos años.

     Las obras, nos dicen, exigirán la interrupción de las circulaciones de todo tipo de trenes durante diez meses. Desde esta página planteamos la necesidad de estudiar otras opciones -que existen, por supuesto- para que se mantengan las circulaciones de trenes mientras duren las obras o, en todo caso, se reduzca al máximo la duración de la interrupción de éstas.

     No se va a duplicar la vía ni se va a electrificar la línea; ojalá fuera así. Se va renovar totalmente la infraestructura, pero estimamos que esos trabajos se pueden compatibilizar con las circulaciones de trenes, tal y como se hizo en la renovación, a finales de 2019, de un pequeño tramo entre Gibraleón y el apeadero de Belmonte.

   De producirse el corte de las circulaciones ferroviarias, el importante tráfico de mercancías -amoniaco, biodiésel- debería desviarse por la línea Mérida-Los Rosales y, desde allí, por la línea Sevilla-Huelva; la primera de ellas, es otra línea de vía única y sin electrificar, como la Zafra-Huelva. Estos trenes se verían obligados a realizar un enorme rodeo para llegar al puerto onubense, saturando las líneas citadas. Por otra parte, la interrupción del tráfico de viajeros aislaría aún más a los habitantes de las poblaciones del Andévalo y la sierra onubense.

       Repetimos: deben estudiarse otras alternativas al cierre durante tantos meses de la línea. Con una adecuada planificación de los trabajos a realizar, es posible. Lo es.

      Si, no obstante, hubiera que interrumpir el tráfico ferroviario, la duración de esta interrupción debería acortarse al máximo. Se podría plantear, por ejemplo, el trasbordo de viajeros por autobús entre Calañas y Huelva capital, continuando la circulación de trenes en el resto de la línea.

      Por una vez, hagámoslo bien:

   Señores políticos, funcionarios, empresas y trabajadores de las obras: hagan que estos plazos se cumplan, evitando la burocracia innecesaria que dilataría el final de las obras y el uso y disfrute de la línea por parte de los ciudadanos que somos, a fin de cuentas, quienes las vamos a pagar.

    Empresas adjudicatarias: cumplan con su trabajo respetando los plazos establecidos. Un buen trabajo debe suponer, necesariamente, la satisfacción de los dueños de estas empresas y de sus trabajadores y, además, redundar en el prestigio y la seriedad de dichas empresas.

     Y, cuando las obras finalicen, además de los trenes de mercancías que conectan el puerto de Huelva con la comunidad extremeña y con Portugal, exigimos que se establezca un servicio diario de comunicación ferroviaria eficiente para poder vertebrar las comunicaciones entre Huelva y la comunidad extremeña, restituyendo los ocho trenes semanales que el gobierno del Partido Popular suprimió en junio de 2013.

     El ferrocarril es el medio de transporte más cómodo, seguro y sostenible y se convierte en la mejor herramienta para luchar contra el cambio climático. Por si fuera poco, la línea Zafra-Huelva, además del uso cotidiano para los ciudadanos residentes en estas provincias, puede suponer un recurso de incalculable valor para promocionar turísticamente las zonas por las que discurre. Las sinergias que un transporte ferroviario eficiente puede crear son enormes y está en la inteligencia de nuestros políticos el saber aprovecharlas. Sorpréndannos.