“Disfrutamos” –es un decir- de
algunos políticos en nuestra provincia con un carácter sumamente autoritario y
a los que no les gusta que les lleven la contraria o les digan claramente que
lo están haciendo rematadamente mal. Hace unos días, uno de ellos manifestaba
su enfado cuando se reclamaba la mejora de las infraestructuras provinciales. A
él va dedicado, especialmente, esta nota.
Hoy, sábado 27 de mayo, por la
tarde, el tren que procedente de Madrid-Atocha y que circula por la línea Zafra-Huelva,
debió haber llegado a Huelva a las 19:34 lo hizo con más de media hora de
retraso. Y esto, por desgracia, no es una circunstancia excepcional, sino
habitual. El mismo partido que, cuando gobernaba el partido socialista,
reclamaba la mejora de la línea Zafra-Huelva, al acceder al poder no ha hecho
absolutamente nada de lo que con tanto ardor reclamaba. Sí, lo repetimos: en la línea Zafra-Huelva, no
se han realizado las obras de mejora que se necesitan con tanta urgencia. Una
cosa sí que hizo ese partido: suprimir, en junio de 2013, ocho trenes semanales,
con lo que, de lunes a jueves, no se puede viajar desde Huelva al Andévalo o la
Sierra y regresar a la capital el mismo día. Y, por otra parte, los viajeros
procedentes de estas comarcas onubenses, si viajan a Huelva por la mañana,
deben esperar un considerable número de horas en la capital.
Todo parece estar diseñado desde
la ignorancia, el desconocimiento, la apatía y la incompetencia. Sólo les
interesa la línea Zafra-Huelva cuando se les puede escapar un puñado de votos
en época electoral. El resto del tiempo, parecen empeñados en desanimar a los
viajeros a usar el tren. Y el tren se merece un respeto: porque es el medio de
transporte más seguro, ecológico y cómodo para el viajero y porque cientos de
onubenses y trabajadores de otros lugares, se dejaron sus mejores años, su vida
y su trabajo en la construcción y el mantenimiento de esta línea. Y porque forma parte de nuestra historia.